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El Ayuntamiento de Bermeo homenajea a los milicianos y gudaris bermeotarras que lucharon por el autogobierno, la democracia y la libertad

-En el acto institucional celebrado esta mañana el itsas-gudari Juan Azkarate Araukua ha tenido un protagonismo especial en el día de su 100 cumpleaños y ha descubierto en la fachada del Ayuntamiento la placa que homenajea a los gudaris y milicianos bermeotarras

-“Como institución les debíamos un homenaje de este tipo y hemos conseguido hacerlo”, ha señalado Aritz Abaroa, alcalde de Bermeo

En Bermeo, a 18 de junio de 2022.- El pueblo de Bermeo ha homenajeado esta mañana en un acto institucional en Goiko Plaza a los milicianos y gudaris bermeotarras que lucharon por el autogobierno, la democracia y la libertad. En el acto han participado, entre otros, el Lehendakari Iñigo Urkullu, el alcalde de Bermeo Aritz Abaroa, el vicelehendakari Josu Erkoreka, la Presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia Ana Otadui, el Presidente de la Asociación Matxitxako Xabier Olabeaga, la Directora del Instituto Gogora Aintzane Ezenarro y el itsas-gudari Juan Azkarate Araukua. Esta iniciativa se ha organizado con la colaboración del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora.

En este emotivo acto Juan Azkarate ha tenido especial protagonismo el día de su 100 cumpleaños y ha descubierto la placa que homenajea a los gudaris y milicianos bermeotarras en la fachada del Ayuntamiento de Bermeo. “Como institución les debíamos un homenaje de este tipo y hemos conseguido hacerlo”, ha señalado el alcalde de Bermeo, Aritz Abaroa.

Y ha añadido: “Dicen que el tiempo cura todas las heridas, pero tenemos que reconocer que también al tiempo mismo, tenemos que marcarle los tiempos. El proceso de sanación no puede convertirse en un proceso de olvido y de cerrazón. Las heridas sólo las curan la justicia y el reconocimiento y, entre otras cosas, nos corresponde a las instituciones trabajar para ello. Es precisamente esta razón la que nos ha reunido hoy”.

El acto de esta mañana ha comenzado con la izada de la ikurriña, mientras los txistularis de Bermeo han tocado el Himno de Eusko Abenda. A continuación, el Lehendakari, Iñigo Urkullu, el alcalde de Bermeo, Aritz Abaroa, y Juan Azkarate han descubierto la placa, y los miembros de Alkartasuna Dantza Taldea de Bermeo han bailado un aurresku de honor. Con la placa descubierta, el alcalde de Bermeo, Aritz Abaroa, el director de la Asociación Matxitxako, Xabier Olabeaga, y el vicelehendakari Josu Erkoreka, han entregado varios recuerdos a Juan Azkarate. Tras escuchar las palabras del alcalde y del Lehendakari, la coral de Bermeo ha entonado el tradicional ‘Eusko Gudariak’.

“Para que el roble de nuestro pueblo se mantenga firme, debe arraigar profunda y sólidamente. En este camino es necesario trabajar la memoria para conocer nuestra historia… Sí, así es, pero debemos tener claro que la memoria es aún más necesaria para poder construir el futuro por el camino adecuado. Porque fueron somos y porque somos serán”, ha dicho Abaroa.

Fueron muchos los bermeotarrak que se mostraron dispuestos a dar su vida en defensa del autogobierno y la libertad. Es de destacar que todos ellos, por encima de las diferentes ideologías políticas, estuvieron unidos por varios objetivos comunes: la defensa del pueblo, la defensa de las instituciones legalmente constituidas y la defensa de la libertad de los ciudadanos y las ciudadanas, es decir, la defensa de la democracia”, ha continuado.

“En Bermeo y sus alrededores se vivieron importantes acontecimientos. No podemos olvidar, por ejemplo, la épica batalla naval que se libró el 5 de marzo de 1937 en la zona de Matxitxako, pero tampoco la que se vivió entre el 6 y el 14 de mayo del mismo año en el monte Sollube. Matxitxako y Sollube siempre han sido dos símbolos significativos para los bermeanos y las bermeanas, pero la historia y la memoria nos demuestran que también son símbolos importantes en la historia de nuestra libertad y nuestra defensa. Pero esos símbolos no serían nada sin los combatientes y milicianos que estuvieron allí, porque cada uno tiene su historia y entre todos han escrito la nuestra”, ha señalado Abaroa.

“Hoy nos hemos reunido aquí para seguir defendiendo los valores y la democracia que ensalzaron el compromiso y la hazaña de nuestros antepasados. Los defendieron con toda dignidad, y me gustaría subrayar esta última idea, porque se podría pensar que la democracia es algo que siempre ha existido, pero no es así; la democracia es un sistema que, basado en los derechos humanos y los valores, se ha tenido que crear con el esfuerzo, el sudor y la sangre de toda una sociedad, y tenemos que ser conscientes de que si no existe un compromiso de todos y todas, la democracia es débil”.

“A nosotros nos corresponde trabajar la memoria, seguir por el camino abierto por nuestros predecesores sanando las heridas con reconocimiento y justicia. Como decía J. Artze “iturri zaharretik edaten dut, ur berria edaten, beti berri den ura, betiko iturri zaharretik”, ha concluido.

Biografía de Juan Azkarate

Juan Azkarate nació en Bermeo el 18 de junio de 1922 en el seno de una familia numerosa (fueron 11 hermanos en total). Estudió en una escuela de la localidad y, como muchos bermeanos de aquella época, desde muy joven comenzó a trabajar en el mar. Lo hizo a la edad de los 11 años, coincidiendo con un trágico hecho que le marcaría de por vida: la pérdida de su madre que murió ahogada frente a la costa de Mundaka cuando volvía en barco desde Gernika.

Tras trabajar durante algo más de 3 años en el mar, Juan Azkarate y su primo se enrolaron en las filas del Euzko Itsas Gudarostea debido a su experiencia. Él apenas tenía 14 años. Su primo, 16. Tuvo que engañar al Gobierno Vasco, ya que no permitían a menores de 16 años en sus filas. Pero como él mismo dice: “egin behar zan. Beti aurrera!” (había que hacerlo. ¡Siempre para adelante!). Era algo que hizo con total naturalidad y convicción, como si el deber le llamase a ello.

Nunca llegó a entrar en batalla, ya que el buque ‘Araba’ permaneció amarrado durante su estancia como Gudari. Posiblemente, este hecho le salvó la vida. Recuerda con cariño una anécdota con el Lehendakari Agirre en Barcelona, en el lugar donde se situó la sede de la Delegación del Gobierno Vasco durante la guerra.

Se encontraba en el Paseo de Gracia cuando Agirre le preguntó si quería estudiar algo en la capital catalana. Sonrió, se encogió de hombros y le recordó que no tenía los conocimientos suficientes como para realizar estudios superiores, que había comenzado a trabajar con apenas 11 años. Azkarate recuerda a sus hijos e hijas (4 en total) que allí, en pleno centro de Barcelona, se colocó una placa que rememora la presencia de la Delegación del Gobierno Vasco y les pide que la visiten cada vez que van allí.

 

Con 19 años perdió a su padre y tres años más tarde se casó. Tras la guerra, siguió ligado al mar. Realizó los estudios para convertirse en maquinista y, más tarde, se aventuró junto a otros bermeanos a adquirir buques de arrastre, barcos de bajura y, finalmente, buques atuneros congeladores, que pescaban en caladeros africanos. Cuando compraron estos últimos barcos permaneció en tierra como inspector y socio. “Mi aita siempre ha estado cigüeñal para arriba y cigüeñal para abajo. También cuando fue armador. Trabajó toda su vida muchísimo y siempre estuvo ligado al mar”, recuerda con cariño su hija Agurtzane.

Juan Azkarate tiene 3 hijas y un hijo, 10 nietos y nietas y otros tantos biznietos y biznietas, que les quiere con locura. Cada vez que le preguntan ¿qué tal estás? Suele responder: “de primera con billete de tercera” sin perder el humor que le caracteriza.

20 / 06 / 2022

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